En la calle Guerrero, vivió hace tiempo una muchacha de unos dieciocho años, que tenía como mascota un chango. Ella era hija única y quería mucho al animal.
Este cariño fue recíproco, al grado de que el mono se ponía muy celoso cuando la visitaba su prometido. El mico intentaba morder al muchacho o hacía travesuras para llamar la atención de la pareja.
Un día, el novio se acercó a ella para besarla, y el simio que se encontraba detrás de él, se le encaramó y lo sacudió violentamente hasta desnucarlo.
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2 comentarios:
buen blog, buenas fotos.
Saludos!
Está bueno el blog, me dió risa la historia del chango, no me la sabía y me consideraba conocedor de las leyendas de la ciudad.
Si tienes tiempo date una vuelta por mi blog: vivaxalapa.blogspot.com y si te gusta deja tu comentario, Gracias.
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