Otro año más que termina, y el primero de este humilde blog. Deseando que el año venidero sea de dicha, paz y prosperidad para todos, comparto con ustedes la siguiente oración para fin de año. Compartanla con su familia, amigos, conocidos y extraños, y que Dios los bendiga a todos.
Gracias por la vida y el amor a mi prójimo, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.
Te ofrezco cuanto hice este año, por todo lo que pude realizar, por las cosas que pasaron, por mis manos y por lo que con ellas pude construir.
Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé, a las amistades nuevas, a los más cercanos a mí y a los que están más lejos, los que me dieron la mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí mi vida, el trabajo, el dolor y la alegría.
Pero también Señor, quiero pedirte perdón por el tiempo perdido, por el dinero malgastado, por la palabra inútil, por las obras vacías y el trabajo mal hecho, por la oración que fui aplazando, que hasta ahora vengo a presentarte, por mis olvidos, descuidos y silencios te pido perdón.
Te pido señor por la paz del mundo, por los enfermos, los ancianos, los que están privados de su libertad, por los que no tienen que comer, por los que están sufriendo las inclemencias del tiempo, por todos aquellos que se olvidan de ti.
Señor, hoy empieza un año más y en estos momentos me encuentro reunido con toda mi familia, mis hijos, mis nueras, mis nietos, mi hermana, sus hijas, nietos y yernos, todos mis sobrinos, sus esposas e hijitos, y yo.
Señor, te pido para mí y todos los míos la paz, alegría, fuerza, prudencia, sabiduría, para que reyne siempre en nuestros corazones, cólmanos de tu amor, de bendiciones, de bondad, para que cuantos conviven con nosotros y se acerquen encuentren en todos un poquito de ti.
Ahora señor, bendice los alimentos que nos disponemos a tomar en estos momentos, bendice las manos que los prepararon y las que hicieron que llegaran a esta mesa.
Bendícenos Señor.
Amén.





















Varias veces fué desecado y en sus orillas se formaron zonas pantanosas. Al demolerse la fábrica el paseo quedó abandonado y el lago quedó reducido a un estanque insalubre. Durante la administración del gobernador Rafael Murillo Vidal (1968-1974) se emprendieron los trabajos para rescatar, ampliar y embellecer esa zona; se construyeron dos lagos más y se reacondicionó el que ya existía. Los lagos fueron dotados de agua en 1970 y se reinauguraron en 1973.








Se consagró como Catedral de Xalapa en 1864. Desde 1964, en el interior, y en una capilla especial, se hallan los restos del quinto Obispo de Veracruz, beato y ahora santo, Rafael Guízar y Valencia. En la casa parroquial anexa al templo se encuentra el Museo de reliquias de Guízar y Valencia.




Con el gobernador Teodoro A. Dehesa, se continúa la construcción de la segunda sección del Parque, hacia el lado oriente, frente a lo que hoy es el Palacio de Gobierno, ya que para esta época era el espacio social y recreativo más importante de la ciudad. La familia García Teurel adquiere a fines del siglo XlX una parte del terreno, donde se encontraba el huerto franciscano, lado sur poniente de este espacio urbano, donde hoy se localiza el Agora de la Ciudad. En la década de los 20, la familia García Teurel vende el predio a la familia Jenkins.
La familia Jenkins construye el inmueble cuyo acceso principal será por el Parque Juárez y en la terraza se construye el Salón Victoria, que contaba con un espacio grande que funcionaba como cine, salón de baile, teatro, salón de patinaje sobre ruedas y billares. Años después, se cerró el Salón Victoria (que hoy es el Agora) y la Fundación Jenkins lo donó al Gobierno del Estado. Desde la década de los 50 hasta 1975, aquí funcionó el Archivo General del Estado. De 1976 a 1978, este espacio permaneció sin uso. En 1978, el Godernador del Estado Lic. Rafael Hernández Ochoa autorizó se diera el inmueble en comodato al DIF estatal para desarrollar el proyecto de Centro Cultural que había propuesto el Patronato Pro centro Cultural que presidía la Sra. Rebeca Bouchez Gómez. Los arquitectos Victor Loyo Ramos y Enrique García Ramírez fueron los responsables de realizar la obra.
La coordinación de El Agora organizaba en este espacio semanas culturales. En el auditorio, se realizaban actividades diarias de calidad, destinadas a un público infantil, adolescente y adulto. En la galería, exponían artistas reconocidos a nivel tanto local como internacional, siendo un espacio idóneo para que jóvenes talentos presentan sus obras. Hasta el año de 1986, el Agora de la Ciudad contó con un presupuesto y un programa de actividades.

